El
Dr. Goiz descubrió además que, en la mayoría de las
enfermedades los microbios por poseer ADN se comunican a distancia inteligentemente
a través de ondas electromagnéticas que portan información
específica, mediante la cual estos gérmenes establecen determinadas
alianzas que los potencian y fortalecen frente al ataque del sistema inmunológico
del ser humano. El posicionamiento de los potentes imanes en los puntos
clave que constituyen los pares biomagnéticos produce una gran
interferencia de dicha comunicación entre los microorganismos.
Ambos efectos, la neutralidad del pH y la interrupción de la comunicación
entre microbios, les produce a éstos graves problemas para su supervivencia
y se extinguen en lapsos muy breves de tiempo, originándose así
mejorías notables en el paciente.
Pero además de esta capacidad antimicrobiana que en el caso de
los virus resulta decisiva, el Biomagnetismo tiende a equilibrar
glándulas endocrinas, desintoxicar el organismo y producir un notorio
efecto positivo en el área anímica del paciente.
Por lo tanto con Biomagnetismo pueden tratarse una vasta gama de
diferentes dolencias de orden físico y también emocional,
consiguiéndose mayores porcentajes de mejoría comparado
con otros métodos, especialmente en enfermedades complejas y crónicas
donde esta técnica logra desentrañar su origen misterioso.
Incluso algunas enfermedades supuestamente incurables de parte de la medicina
oficial, tienen mayores probabilidades de alivio en distintas proporciones
con el Biomagnetismo.
En consecuencia, esta técnica es muy simple pero a la vez muy eficiente,
poco invasiva y sin los dañinos efectos secundarios de los fármacos.
No requiere de electricidad ni que el paciente se desnude, pues los imanes
se colocan sobre la ropa. |