EL Par Biomagnético o Biomagnetismo Médico
Según la Teoría del Par Biomagnético del doctor Isaac Goiz
buena parte de las enfermedades son producto de la combinación de
alteraciones fundamentales del pH en los órganos internos y la
presencia de virus y bacterias. De hecho, Goiz afirma que toda
patología se inicia en dos puntos relacionados entre sí que poseen
las mismas características bioenergéticas aunque estén situados en
distintos lugares del cuerpo. Es lo que llama "par biomagnético" y
asevera que mientras en uno de esos puntos se produce acidificación
en el otro se produce alcalinización. Y eso hace que ¡en uno se
acumulen los virus y en el otro las bacterias! Es más, asevera que
basta colocar dos simples imanes en esos puntos para que los virus y
bacterias que pueden afectar negativamente al organismo ¡pierdan su
capacidad patógena!
Es un método diagnóstico y terapéutico
El Par Biomagnético es un sistema de tratamiento alternativo
que no se contrapone con ningún otro método terapéutico y
puede utilizarse en conjunto. Los Imanes naturales de
mediana y Alta potencia se usan con fines terapéuticos
El Par Biomagnético combate la enfermedad en sus orígenes o causas iniciales desencadenantes.
El diagnostico nos lo da la misma inteligencia del ADN celular del paciente
Es efectivo en todo tipo de enfermedades y tumores, tratando con
éxito desde un resfriado hasta un Sida, un Cáncer o una enfermedad
auto inmune.
El tratamiento se realiza de forma rápida, totalmente indolora,
y en muy pocas sesiones, bastando generalmente menos de cuatro en la
mayoría de los casos.
IMANES Y MICROORGANISMOS
En este marco de relaciones entre cargas positivas-negativas y pH,
Goiz da un paso más. Afirma que cuando estos pares se desequilibran,
en el punto del par polo sur-positivo (de ambiente ácido) se
encuentran determinados virus mientras que en el punto del par polo
norte-negativo (de ambiente alcalino) se hallan ciertas bacterias.
Virus y bacterias han sido identificados por Goiz a lo largo de su
investigación y puestos en relación a través del campo magnético que
forma cada par biomagnético.
"De acuerdo al concepto teórico del Par Biomagnético -escribe Goiz-
el virus patógeno tiene dos elementos morfológicos: cápside y virón.
El primero con carga negativa puesto que se trata de una
mucoproteína. Y el segundo con carga positiva puesto que se trata de
una porción de nucleoproteína y, específicamente, de ADRN. En el
polo positivo se generan los virus patógenos o estructurales en su
función de virón; y en el negativo la mucoproteína que les es
específica ya que en el polo negativo o Norte las bacterias tienen
pleno desarrollo y madurez y no se ocupan de su propio metabolismo
sino de hacer resonancia vibracional y energética con los virus que
les son afines y de producirles la proteína cápside que los hacen
patógenos".
De esa manera Goiz logró establecer que entre ambos focos de virus y
bacterias existe una comunicación -en forma de ondas
electromagnéticas- que define como biorresonancia magnética y que
permite una relación energética entre dichos microorganismos de tal
manera que cuando el órgano se desequilibra se potencian su
virulencia y capacidad de resistencia frente a los anticuerpos del
sistema inmune.
Siguiendo la teoría de Goiz y la relación entre el pH, la
acidificación y los microorganimos, cuando sobre los puntos
correspondientes de los pares origen de una determinada patología se
colocan imanes de una fuerza superior -de 1.000 a 50.000 gauss- el
par biomagnético se despolariza y la vuelta al equilibrio en el pH
alterado supone -según la Teoría Biomagnética- una interrupción de
la retroalimentación energética entre virus y bacterias. Esto, a su
vez, produce el exterminio de los mencionados microorganismos que
pierden su sustento energético. "Al inducir a los virus campos
magnéticos superiores a 1.000 gauss -sostiene Goiz- pierden su
capacidad patógena y cede la sintomatología viral en tiempos
críticamente cortos. En el caso de las bacterias, al precisar éstas
un medio alcalino para su reproducción en el momento de su
neutralización ceden en su capacidad patógena".